Wednesday, November 28, 2007

MAYO 2007 * PEDRO IACOMUZZI*









PEDRO IACOMUZZI


" EL INSTANTE PREVIO "

PINTURAS



Reseña Revista de Artes Visuales Ramona , por Maria Santacecilia




En Sonoridad Amarilla se desarrolla la muestra de pintura de Iacomuzzi,artista rosarino,compuesta por obras en pequeño y mediano formato.Se dice que el hiperrealismo reproduce con la máxima fidelidad perfectas imágenes, que pertenecen a la realidad del autor. Cuando se contempla una obra hiperrealista se ve màs de lo que percibimos normalmente.Iacomuzzi trabaja al estilo de los antiguos pintores, multifacéticas técnicas con òleo y esmaltes, fondos con texturas y de esta manera potencia los efectos que desea, porque no hay duda que despliega un sentido placentero de sus momentos frente a la obra y lo transmite al espectador.Llama la atencion las obras de una sola flor, que marcan como llamadas de atenciòn en la sala, curada impecablemente por Livia Basimiani, el recorrido del espacio se lee sin sobresaltos,las miradas de los personajes se cruzan en realidades que nos son conocidas.
Hasta 30 de junio


















ABRIL 2007 - JESUS ROMERO-







JESUS ROMERO

" TRIBU URBANA "

pinturas

APERTURA
JUEVES 12 de Abril a las 19 hs
hasta el 12 de mayo.
podes visitarla de MARTES A SABADOS de 14 a 20 hs

Tribu, tribal, comunidad y relación social, son los conceptos que Jesús Francisco Romero elabora en los retratos de una generación de jóvenes con tatuajes. Una generación que se alimenta de lo primitivo y místico como emblema de un futuro que ya se vive en lo cotidiano. Los rostros pintados son como talismanes de su tiempo que generan su impronta particular.






video de la muestra de XMF en Sonoridad

Tuesday, November 27, 2007

Marzo 2007









Maria Fernanda Aldana




" Viajes Astrales "




Pinturas




la luz se extingue un poco y quedo sola en la playahundiendo mis pies en las caracolasUn rayo rojo me chupa hacia la tierrasube dorado y se acomodahasta mi cintura,Hacia el pecho es fucsia después se hace violeta , celeste en mi cabeza, blanco en el cielo, negro en el mas allá y de millones de colores al llegar al espacio.Allí te espero. Te besaré sin miedo.La crueldad de la calle me hiela como un cuchillo desde el vientre hasta el cuello.




canción " esponja " maria fernanda aldana del disco " dios te salve maria! "






nota en Ciudad.com




"Reina en Colores" por Natalia Laube




No sólo de la música vive la bajista de Temperley. Fuimos a visitarla a la muestra que presenta en Sonoridad Amarilla y nos llevamos una sorpresa: tomando como inspiración los planetas, los duendes y hasta a su hijo Bambú, la menor de los Aldana sumerge a los vistantes en un mundo de fantasía y los hace viajar por el espacio.




"De chica me gustaba garabatear todo. Tenía pintadas desde las paredes de mi cuarto hasta las pruebas del colegio. Hace unos años entré a la Escuela de Bellas Artes y me recibí de maestra de dibujo. En la escuela hice grabado, dibujo, escultura, pintura... pero me terminé quedando con la pintura, creo que es porque se puede hacer más rápido: para las otras disciplinas tenés que tener un taller especial. Y, como la música me ocupa la mayor parte del tiempo, necesitaba una actividad que fuera más práctica. Para pintar no necesitás de mucho material: una tela, las pinturas al óleo, un poco de barniz para que las obras brillen más y trementina para diluir...", introduce María Fernanda Aldana, sentada en un sillón del restó-galería Sonoridad Amarilla (Fitz Roy 1983). Habla de pintura y sonríe, se abstrae: es que ella, la bajista de El Otro Yo, tiene bien en claro cuál es su otro yo. Sigamos, que todavía hay mucho para descubrir de la faceta cromática de la princesa del bajo: "Me gusta el estilo futurista. Estoy en esa búsqueda, una búsqueda lenta, que a través de los años y de las muestras fue tomando forma. No puedo decir que soy pintora de oficio, porque la verdad es que no me levanto temprano para pintar. Esto es más un hobby". ¿Dónde trabajás? ¿Tenés un taller? No, no tengo taller, nunca me ocupé de armarlo. Tengo, sí, un cuarto chiquito donde guardo mis pinturas y mi atril. Pero siempre termino prefiriendo salir a pintar afuera, al solcito. Me gusta la luz del día. ¿Qué significa la pintura para vos? Es algo que hago en mis ratos libres, cuando no estoy ensayando ni ocupada con la música. Aunque a veces pinto en giras: cuando se me ocurren ideas mientras viajo, me pongo a bocetar... ¿Escuchás música cuando pintás? Sí, es inevitable. Para esta muestra, por ejemplo, estuve escuchando mucho Massive Attack, Miss Kittin, Joanna Newsom y Coco Rosie. Creo que la música y la pintura van bastante de la mano. Cuando pinto pienso en música, en sonidos, en velocidades, cadencias. Y cuando hago música, me imagino colores. ¿Y nunca se te dio por unir esas dos facetas? Hace poco saqué el librito, que venía con poemas, algunos cuadros y también incluía un disco. Está bueno fusionarlo todo, pero mi prioridad sigue siendo la banda. ¿Qué público frecuenta tus muestras? ¿Chicos alternativos o la gente de las galerías?Hay de todo. Vienen muchos chicos que van al Otro Yo, pero también vienen amigos de la galería. El otro día vine y me sorprendí: ¡esto parecía un recital! Las chicas vienen lookeadísimas, combinan su vestimenta y los accesorios de una manera increíble, ¡son hermosas! Primero, "Dios te salve, María" (ver recuadro), un disco grabado con sonidos de viento y piano. Ahora, una exposición de arte... ¿te sentís responsable de ampliar los horizontes artísticos de los adolescentes? No sé si me atribuiría semejante título... me da no sé qué. Pero, de ser así, me siento orgullosa. El simple hecho de inspirar algo, a mí me pone feliz. Me hace sentir que el esfuerzo valió la pena.
Podes chequear el video en :
















nota en Clarin por Fernando Garcia


LEJOS DEL ESCANDALO, CONSAGRADO POR FERIAS Y BIENALES INTERNACIONALES


León Ferrari: "Encontré el alma de Picasso en un tubo de aerosol"


A los 86 años, cuenta cómo consiguió reinventarse para seguir vivo como artista. Con todos los juicios ganados, afirma que su cruzada contra la religión no terminó.



Se supone que estamos en un escritorio o algo así pero esto tiene el fulgor de lo indefinible. Del techo cuelgan dos objetos larvados, uno blanco y el otro negro: amenazas de la materia conjuradas en esta forma sin forma precisa. Más allá, una prótesis de osamenta humana presentada como escultura. Por sobre el hombre, una víbora de madera que serpentea sobre una biblioteca y, al fondo del cuadro, un auxiliar del hombre munido de una escafandra sopletea de rojo otra de estas construcciones larvadas que componen la obra flamante que se cocina en esta casa—taller de Buenos Aires.Poliuretano. Esa es la palabra clave para León Ferrari en 2006. Ese es el password y el desafío para el hombre de 86 años que guarda palabras asombrosas para hablar de este sellador industrial. Melena blanquecina, ojos azulísimos, el viejo punk del arte argentino dice: "Encontré el alma de Picasso en un aerosol".Y el tubo de "Espuma Mágica" sigue ahí como si nada. Amorío metafísico entre el iconoclasta y la materia abandonada al limbo de la ferretería industrial."Poliuretano" es el nombre de la muestra que Ferrari tiene hasta fin de año en la galería under Sonoridad Amarilla. No es un dato menor. Tras el escándalo que sus "Infiernos" levantaron en la retrospectiva del Centro Cultural Recoleta, sobrevino un abrazo internacional. La Bienal de San Pablo dedicó este año un pabellón para su obra y otro tanto hizo la Pinacoteca paulista. También tuvo su homenaje en la feria Art Basel Miami y acaban de confirmarle que la Bienal de Venecia lo llevará como artista invitado.Entonces, el tipo viene y decide que su obra nueva se verá en una galería chica donde habitualmente se ve arte emergente. Ferrari sabe que cualquier venta de esta nueva serie significa para los galeristas un espaldarazo económico. También, entonces, hay intención política en esta serie de "poliuretanos". Y más amor metafísico, entonces: "Es maravilloso este material, no se lo puede controlar. Ni siquiera sé como empecé a usarlo. Hice unas pruebas... después lo dejé... volvió solo... mirá, en el fondo, creo que me lo mandó Dios".¡¿Dios?! ¿Se convirtió Ferrari? ¿Se arrepintió de sus blasfemias de arte como en su momento le pedían algunos feligreses? Nada de eso, no hay trampa del lenguaje alguna aquí sino una ironía premeditada que el hombre completa con una risa finita, suave.—Quizás Dios puso el material en su camino para distraerlo de su obsesión iconoclasta. ¿Ya terminó con eso?——No. Porque todavía quedan muchos creyentes a los que convencer.—Sin embargo, lo más revulsivo del episodio en Recoleta fue la tensión con los sponsors. Se retiraron de la muestra y en Bellas Artes de Neuquén directamente decidieron no estar. ¿No cree que eso que decía del Renacimiento como agencia de publicidad de la Iglesia hoy se aplica al arte contemporáneo y sus auspiciantes?—Una parte del arte, uno de sus aspectos, es esa relación entre el arte y la sociedad, eso de que la obra te la cuelgan y se murió... Bueno, eso yo lo expliqué en el año 68 en un escrito que se llamaba "el arte de los significados". Hablaba de Berni y como todo el mundo hablaba de la técnica y nadie de la miseria. Ahí es donde uno se pregunta: ¿Tengo que ser artista? ¿Hay que vivir de esto? Y, bueno, es una contradicción permanente. Yo hago una obra contra Vietnam como el Cristo de "La Civilización Occidental y Cristiana" y la terminan colgando en Nueva York en pleno gobierno de Bush. Y el avión es mío, no es que alguien lo compró. Ese es un aspecto. El otro es que la obra, por sí sola, tiene una importancia cultural. Por supuesto que para un pedacito de la sociedad, porque los otros no tienen tiempo para mirar obras abstractas; tienen que comer. Pero es verdad que lo del Recoleta mostró en carne viva el funcionamiento del arte hoy. Es una forma de vestir la imagen del dinero... eso es el arte hoy. Cuando el tipo de mucho poder ya compró el barco, la casa country, qué le queda... bueno, para meterte en la sociedad nada mejor que comprarte un cuadro y vestirte de intelectual. El cuadro es especial para eso. Si vos comprás poesía tenés que leerla, el cuadro lo colgaste y listo: ahí quedó. —¿Qué margen le queda al artista para decir algo cuando produce en un sistema de premios?—Bueno, vivimos en una época en la que nuestras acciones difieren mucho de nuestros pensamientos. Podemos estar contra el sistema de trabajo de las yerbateras pero tenemos el mate listo todas las mañanas. O podemos despotricar contra los EE.UU sin dejar de consumir sus productos. Sucede que en el arte esto es mucho más evidente. Y si no fueran los sponsors, sería el Estado. En el caso de Ibarra, su actitud fue muy diferente de los sponsors, pero suelen estar muy cerquita. Y si no, bueno, yo me arreglé durante mucho tiempo como ingeniero y no me importaba vender o no vender...—Y eso le daba más libertad...—Claro. El artista tiene tanto derecho a vivir de su trabajo como el panadero pero sucede que el panadero vende cosas que se comen y los artistas... sobre todo al principio y más aún si hablamos de un renovador. Ahí el tipo tiene que encontrar una forma de que eso se venda, ¿no?—¿Cómo fue entonces su relación con el mercado?—Durante más de 30 años a mí no me importaba. Vendía algunas cosas. Squirru compró una pieza para el Museo de Arte Moderno en los 60, creo que después me compró algo el Fondo de las Artes. Pero el mercado ahora es una maravilla. Cuando me vino a ver Costantini para comprarme una obra de los 60 le puse un precio disparatado porque no quería venderla. Y me lo pagó. Después vino Mari Carmen Ramírez del museo de Houston a pedir precio por el original de una heliografía. Le dije que no la quería vender pero que valía 100 mil dólares y me dijo "te pago 150.000". Bueno... se la llevó. Así que mi vida en el mer cado tiene menos de diez años.—¿Es cierto que la Tate Gallery de Londres quiso comprar el Cristo?—Sí, hubo un intento pero no lo voy a vender. También me ofreció plata Costantini.—¿Y?—No lo vendo. De hecho doné un Cristo camuflado a Bellas Artes pero, bueno, lo tienen guardado.—Me imagino que a esta altura tendrá una idea de qué hacer con toda su obra...—Me gustaría armar una fundación y que se vean mis obras junto con las de mi viejo, eso sería bueno, pero hay que encontrar el lugar. Son muchas cosas.—Su padre, Augusto Ferrari, pintaba murales en iglesias. ¿Llegó a ver su obra anticristiana? ¿Qué le parecía?—Sí. En principio, él era un defensor de la libertad del artista. Pero es verdad que estaba preocupado por lo que podía pasarme. Eso sí.—Los artistas más grandes no paran de decir que los jóvenes están pendientes del mercado. ¿Acaso no pasó lo mismo antes?—Yo sólo digo que hay muchos que no encajan en esa situación. La diferencia que yo noto es que muchos no sólo hacen arte político sino que están en la calle. Eso no lo hice ni hago yo.—¿No estaremos hablando de activistas creativos?—Bueno, la Bienal de San Pablo tiene el gran mérito de poner lo estético en un segundo plano. No era una muestra de objetos sino de propuestas del medio artístico a problemas de la vida.—O una forma más confortable de lo que se llamaba militancia...—Sí, hay un lavado de conciencia en todo esto, en buena parte. Ahora porqué, en mi caso, no hago un partido político... bueno... a mí me gusta el poliuretano.

Sunday, November 12, 2006

Nota Radar paGInA 12 dOmiNgo 12 /11


leon ferrari > mundos sin dios
Los mundos posibles
En el 2004, una retrospectiva de su obra en el Centro Cultural Recoleta lo hizo objeto de una polémica feroz con grupos conservadores y religiosos, de demostraciones de repudio desmedidas y apoyo incondicional, y de una andanada de acusaciones, amenazas y clausuras. El año pasado, organizó una nueva muestra, alejado de su enfrentamiento con el dogma cristiano, en la que abordaba la guerra en Medio Oriente. Ahora, vuelve a explorar la intimidad con un puñado de esculturas en poliuretano en los que propone mundos posibles sin dios.


Por Cecilia Sosa
Hay algo simple y juguetón en la nueva obra de León Ferrari. Un despliegue de mundos posibles, orgánicos, mágicos, de un único color: blancos, negros, verdes, azules o rojos. Poblados de pequeñísimas lauchas, impecables hombrecitos de blanco frac o personitas vestidas de colores, como a punto de emprender un viaje. Mundos desiertos o apenas perturbados por ínfimos bancos de plaza sin nadie que quiera acomodarse. O postes de luz. O árboles. O loros. O huesos. Y hasta otro mundo de más malignas ratitas y un plácido gato de peluche reposando en lo alto que tal vez espere para dar el zarpazo.
Es curioso. El artista que con la muestra de su obra retrospectiva mantuvo a un país en vilo; que despertó injurias, obras destrozadas y apasionadas y sofisticadas muestras de solidaridad; el artista que sacudió la abulia de diciembre de 2004 con clausuras, cierres y reaperturas; que inspiró uno de los debates más fuertes en torno de los límites del arte y de su relación con el Estado que se haya dado jamás; el artista censurado, acusado de provocador, anatemita, blasfemo, profanador de mitos, sospechado de profesar cultos inconfesables; el artista que aún hoy sigue levantando desaires en un apacible festival canadiense donde se expuso el video del escándalo; el mismo artista muestra ahora su faceta más lúdica y hasta aniñada.
Después del escándalo, León parece haber querido mantenerse lejos de las frías salas legisladas por la cultura oficial. Ya a medidados de 2005, eligió la Galería Braga Menéndez para su muestra “Plumas y brillos”. Y ahora optó por la calidez joven y alternativa de Sonoridad Amarilla, una hermosa y barroca casa en alto en el vanidoso Palermo Hollywood.
Todas sus obras están hechas con Poliuretano y así se llama la muestra. Un material que León descubrió por azar y que lo llevó a experimentar con el placer y la entrega de un chico. “Se usa para tapar grietas en los caños. Viene en unos pomos grandes de un kilo. Sale y se infla y tiene estas formas increíbles”, dice. Formas orgánicas, algo gomosas, como tubérculos retorcidos que se organizan sobre una estructura de alambre anudado que a veces se deja espiar.
“No sé cómo lo descubrí. ¡Pero por suerte! Me abrió un montón de posibilidades. Cuando pasa un rato se inflan más. Estos parecen soretes, ¿no?”, dice señalando un enorme mundo marrón.
Parece. No da ganas de tocar.
León Ferrari recorre contento la habitación blanca de Sonoridad Amarilla, acaso el espacio ideal para alojar su nueva muestra. “No hay orden, son todos trabajos hechos durante este año”, dice. Le gusta cómo fue dispuesto todo por Javier Ríos y Livia Basimiani, los jóvenes artistas dueños del lugar: la pared blanca, los tapetes que sostienen las obras, los mundos colgantes que giran agitados por el viento, todo un poco atiborrado, sin mucha solemnidad. Incluso la gata de la casa que no se resiste a las pequeñas lauchas que se esconden en los pliegues de su obra.
¿Cómo llamar a esos múltiples mundos? ¿Instalaciones?, ¿esculturas?, ¿sueños?, ¿pesadillas?, ¿mundos sin dios? “A mí me gusta llamarlos ‘cosas’, como decía el artista argentino Rubén Santantonín.”
En total son 10 “cosas” hechas con poliuretano. A León le gusta especialmente la “cosa” blanca que ocupa el centro de la sala con sus miniaturas de arbolitos insertados en sus hendiduras y recovecos. También la “cosa” roja plagada de lauchas, la primera. “Esas no están a la venta”, sonríe.
Sobre las paredes cuelgan los “chorrea-
dos”, dibujos en blanco y negro que su-
gieren juegos extraños sobre el papel. “Empecé con una pintura que se chorreó y dije ‘vamos a ver qué pasa’ y me gustó. Pensé en ponerle unos escritos pero no quería mezclar”, dice.
Pero León no pudo con su genio y un poco mezcló. Fuera de la sala, en el candoroso hall de entrada con sillones y paredes y rincones repletos de obras de los artistas más jóvenes y modernos, quedaron unos pocos cuadros hechos en relieve con brillantina. “Son palabras de santos sobre el infierno. Dicen unas cosas espantosas”, cuenta. Ahora, los santos conviven con una multitud de coloridos acrílicos, cajas de vidrio y hasta una instalación con muñecos de Viaje a las estrellas, que León contempla con deleite. Le brillan los ojos. Tiene un nuevo taller con jardín donde puede hacer trabajos más grandes, una mujer adorable que lo acompaña siempre, seis nietas y un nieto, dos bisnietos y otro por venir. Tiene 86 años y es feliz.
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Tuesday, November 07, 2006

mas y mas leon ferrari



Sonoridad Amarilla
noviembre 06

LEON FERRARI

¨POLIURETANO¨

Apertura
08 DE NOVIEMBRE 19HS!!
venite a brindar!!

cierra el 09 DE DICIEMBRE

Luego de la inaguracion Podes visitarla de
martes a sábados de
14 a 01 hs

Sonoridad Amarilla
Fitz Roy 1983/1985/1987
cap fed
Buenos aires
Argentina
(5411)4777 7931
Sonoamarilla@fibertel.com.ar